La óptica es la parte principal de nuestro equipo fotográfico. Está compuesta por un conjunto de lentes positivas –convexas- y negativas –cóncavas-, que se encargarán de encauzar los rayos de luz reflejados por escena para proyectarlos sobre el sensor (o película sensible a la luz), que junto con el microprocesador son convertidos en información digital, para almacenarla en la tarjeta de memoria, y que dará lugar a la fotografía.
Podemos distinguir entre ópticas fijas, que son aquellas que cuentan con una focal fija, y ópticas zoom, que brindan diferentes distancias focales. Las fijas por su construcción más sencilla, al precisar menor número de elementos ópticos, ofrecen un alto rendimiento y gran luminosidad. De optar por las ópticas zoom deberá ponerse especial énfasis en que sean de elevada calidad, de lo contrario veríamos que su rendimiento es sensiblemente inferior al de una óptica de focal fija, al ser necesario en un zoom la combinación de numerosas lentes.
Olympus C-160: Óptica fija equivalente a 33mm Olympus C-60: Óptica zoom equivalente a 38-114mm
El rendimiento de una óptica zoom no es igual a lo largo de sus focales, como tampoco lo suele ser su luminosidad. En una parte concreta de su recorrido ofrecerá un máximo de definición, riqueza de color y contraste.